En el relato vemos a Pablo que se deja sufrir por el Espíritu en un alucinación que debe desembocar en su cautiverio y se considera prisionero del Espíritu Santo.Pero ahora voy a ti, y mientras estoy aún en el mundo, digo estas cosas para que mi gozo llegue a su plenitud en ellos. Yo les he entregado tu palabra y el mundo los odia, porque no so